La humildad es uno de los dones más preciados de todo ser humano. Ser humilde, es despojarse de todos tus títulos, condiciones sociales y prejuicios para ayudar a tu prójimo.
Hoy, cuando el mundo entero atraviesa una de las situaciones más terribles motivado a la pandemia, debemos prestar ayuda a todos los que padecen este mal, y no mostrar desprecio hacia ellos, pues no estamos exceptos de vivir la misma situación.
Es también nuestra responsabilidad, cuidarnos y cuidar a nuestros familiares, amigos y seres humanos.
La empatía, es primordial en estas situaciones, y aplicar el viejo dicho:"Hoy por ti, ¿mañana?".
Escrito por el profesor Pedro José Oviedo (@pedroviedodelfin)
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