Lunes Santo: Quiero ser perfume agradable - Noticias Momoy

Breaking

Breaking

lunes, 29 de marzo de 2021

Lunes Santo: Quiero ser perfume agradable



Aprovechando estos días santos, reflexionaremos sobre el Evangelio de hoy lunes, tomado del libro de Juan 12,1-11, el cual, nos presenta uno de los acontecimientos ocurridos en la última semana de la vida pública de Jesús, cuando ya el Sanedrín habiéndose reunido decidía la muerte de Jesús, mucho antes de su arresto y en ausencia de éste.

Son varios los aspectos para reflexionar en torno al Evangelio de hoy, sin embargo, quiero detenerme en la visita que hizo Jesús a sus amigos Lázaro, Marta y María. Cuenta el hecho que sus amigos le dieron allí una cena. Lázaro estaba a la mesa con Jesús, Marta servía y María tomando una libra de perfume de nardo, muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. Destaca el texto: "y la casa se llenó del olor del perfume."

Hoy, más que nunca, necesitamos así como Lázaro, Marta y María de la visita de Jesús. Visita que con certeza, será la única libre del contagio con el coronavirus, y que comprende, en toda su extensión, con compasión, paciencia y ternura el significado de éste penoso sufrimiento que aflige a la humanidad.

María unge los pies de Jesús con un perfume muy caro. Dijo alguien, quizá, pudiera costar unos $3000; en la actualidad, una fortuna para el ingreso mensual de los venezolanos. Pero, mucho más allá, este gesto de María para con Jesús evoca ternura, amistad, amor sin límites.

¿Cuántas veces me entrego al servicio de otros, sin mezquindad ni mediocridad? ¿Cuántas veces, solo doy al otro si me sobra? ¿En cuántas ocasiones doy, nada más, por salir del paso, sin tomar consciencia que la presencia de Dios habita también en el otro como santuario vivo y andante?

También, pudiera reflexionar sobre la disponibilidad para acoger a Jesús en mi vida: ¿Qué cercos, alambres y barrotes le pongo? ¿Cuántas veces le digo, después, ahora no? ¿Con qué transacciones quiero negociar con Jesús, así como Judas Iscariote? ¿Qué envidias me invaden?

Oración final:
Señor Jesús, yo también quiero que en estos días tu me visites. Quiero que vengas a cenar conmigo y no tomes en cuenta mis pretextos. De seguro, tus amigos, así como yo, tenían defectos, pero tú los traspasaste con el fuego de tu amor. Ven, Señor Jesús, traspasa los míos, inunda cada etapa y circunstancia de mi historia de vida y ponme, aunque sea, un poquito de tu perfume para que mi vida y mi alma huelan a tí y se convierta en aroma agradable para quienes me rodean. Que mis palabras, mi corazón, mis cinco sentidos y todas las facultades de mi condición humana te abran las puertas, sean penetradas por tu perfume y así, que yo me disponga, como hierba fresca para que tú reposes en mí. Amén.

Escrito por la psicólogo Marielisa Pacheco

No hay comentarios:

Publicar un comentario