Había una vez una hada madrina, mágica, amable y maravillosa. Pero, parecía que por mucho que se esforzaba en mostrar sus cualidades, muchos estaban empeñados en su fealdad, como si lo más importante de una hada tenía que ser su belleza.
En la escuela de hadas cuando volaba para ayudar a un niño o cualquier otra persona en apuros, le gritaban: - ¡fea! ¡bicho!, ¡lárgate de aquí!.
Aunque pequeña, era muy poderosa, y más de una vez había pensado hacer un encantamiento para volverse bella; pero luego pensaba en lo que le contaba su mamá de pequeña: _- Tu eres como eres, con cada uno de tus granos y tus arrugas; y seguro, es así por alguna razón especial._
Un día, las brujas hicieron prisioneras a todas las hadas y magos. Nuestra hada, antes de ser atacada, hechizó sus propios vestidos, y ayudada por su fea cara, se hizo pasar por bruja.
Así, pudo seguirlas hasta su guarida. Una vez allí, preparó una gran fiesta para todas.Durante la fiesta, corrió a liberar a todas las hadas y magos, y con un gran hechizo encerraron a todas las brujas.
Nunca más se volvió a considerar en aquel país la fealdad una desgracia. Cada vez que nacía alguien feo, todos se llenaban de alegría sabiendo que tendría grandes cosas por hacer.
¿Qué valores encontramos en este cuento?
- La aceptación: significa aprobar como buena la belleza que poseo sin que tenga que ser igual a lo impuesto por la moda o por el qué dirán.
- La autenticidad: significa ser verdadero, libre y honesto ante sí mismo y ante los demás.
Escrito por la psicóloga Marielisa Pacheco
Bibliografía:
Salud, María. _Cuentos sobre valores._ Gobierno de España.
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