El acto de irrespeto no solo a los periodistas sino al jurado fue más que evidente, pero el asunto importante es que un año después me pregunto: ¿Donde están los periodistas que iban a organizar la entrega del Premio Municipal? ¿Cuáles fueron las mejoras que incluyeron? ¿Qué planificaron para este año? O ¿Será que lo del año pasado no fue más que un acto de sabotaje y mezquindad por parte de algunos colegas?
365 días después no se conoce ni organización, ni premio; parece que todo sigue siendo 'mucho ruido y pocas nueces'.
Este es un artículo que tenía pendiente escribir, porque desde siempre (y a estas alturas más), he estado absolutamente convencido que el mejor premio es el valor que el lector, el oyente o el televidente puede dar a tu trabajo; sin embargo, por el amor y la pasión que tengo hacia esta mágica carrera de la comunicación social, no dejaré de apostar porque impere la unión en el gremio (pero la real y no la que se presume falsamente), la mejoría a nuestras condiciones laborales y ¿Por qué no? La creación de un premio INDEPENDIENTE que realmente tenga bases sólidas, que se construya con el criterio de todos y no de dos o tres, y que el mismo perdure para generaciones futuras, siempre con base en la honestidad, el mérito y no el 'amiguismo' o preferencias personales.
Confío en que pronto vendrán tiempos mejores pues veo levantarse una nueva generación que (en su mayoría) parece estar abierta a la unión verdadera, dejando de lado el egocentrismo, la competencia malsana y sobre todo con ganas de aprender y aportar. Si es así, cuenten conmigo.
Finalmente repito lo que siempre digo: la mejor forma de celebrar este día será poniendo el mayor esfuerzo para ofrecer un trabajo de calidad, lo más equilibrado posible y que esté comprometido con el pueblo.
Bernardo Luzardo - CNP 25.123
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