Spacio K: El pilar del autoconcepto

Reflexiones sobre el libro “Enamórate de Ti”. Del Psicólogo Cognitivo Walter Riso.

SEGUNDA PARTE: EL PILAR DEL AUTOCONCEPTO.

Querido lector:

Deseo que estos siete días de flexibilización los hayas aprovechado al máximo, habiéndote cuidado siendo prudente y de esta manera, a quienes te rodean. Yo los invertí en dar acompañamiento psicológico presencial, así como en realizar diligencias que agregan valor a mi vida. Sin descuidar el uso del tapaboca, guantes, alcohol, agua y una pastita de jabón en la cartera.

El domingo pasado les presentaba el título del libro que elegí para parafrasear: "Enamórate de ti", el cual se traduciría en palabras y acciones como: ámate, fléchate, cautívate, encaríñate. Dice la refranería popular: “Nadie da de lo que no tiene”, “de lo que abunda el corazón, habla la boca”, “quien es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho”.

En otras palabras, si soy capaz de mí mismo, de cuidarme, soy capaz de otros y de cuidarles, si mi corazón está lleno de gestos y actos sanos hacia mí mismo, actos y gestos sanos podría ofrecer a quienes me rodean, si soy honesto, constante, leal, comprometido conmigo mismo, entonces podría compartir la vida con otros desde la experiencia del compromiso, la lealtad, la constancia y la honestidad.

Henri Nouwen dice: “Todos amamos pobremente”. Lo que se traduciría en que ningún ser humano es perfecto amando-se y es posible, todos los días mejorar, transformar algo para bien. Entonces, hay claroscuros para comprender.

Me escribía una apreciada psiquiatra, en atención al artículo anterior: “Marielisa, mucha gente estará preguntándose ¿Cómo enamorarse de sí mismo?” Walter Riso indica que existen cuatro pilares: el primero, es el Autoconcepto. Podrías preguntarte para responderte en la intimidad contigo ¿Qué piensas de ti? ¿Qué creencias tienes acerca de tu persona? ¿Qué te dices? ¿Qué te exiges? ¿Cómo lo haces? ¿Eres de quienes viven con un garrote dándote por la cabeza, culpándote de todo y creyendo que eres la nube negra de ti y de todo el mundo?

Una paciente me expresaba sobre su Autoconcepto: “No soy buena en nada”. Esto podría llamarse: autosabotaje, autocrítica dañina, autorotulación negativa. Dice Riso, “hay también, quienes viven en una autoexigencia despiadada”, por lo que yo te preguntaría, ¿hasta qué punto puedes intentar alcanzar la felicidad, en la vida cotidiana, simplemente procurando hacerlo de forma tranquila, honesta y disfrutando del proceso?

Otra cualidad es la de algunas personas con el tipo de pensamiento: “todo o nada”; es un estilo dicotómico, donde la vida solo es posible verla en los colores blanco o negro, descartando los grises y otras posibilidades. Será común en su vocabulario el uso de palabras como: “siempre, nunca, todo o nada”; se chocará con una vida enormemente distinta, difícil y frustrante.

¿Cómo salvas tu Autoconcepto?

1. Trata de ser más flexible contigo mismo y con los demás.

2. Revisa tus metas y las posibilidades reales para alcanzarlas.

3. No observes en ti solo lo malo.

4. No pienses mal de ti todo el tiempo, se benigno contigo.

5. Quiérete la mayor cantidad del tiempo posible, sería lo ideal. Perdónate y vuelve a empezar.

6. Asume quien eres, sin anestesia y sin autoengaños.

7. Aprende a perder.

Yo sé que mudar de aires no es fácil. Implica esfuerzo, paciencia y valentía; salir de algunos patrones aprendidos. Pero, estoy convencida por experiencia propia que enamorarse de si mismo trae sus beneficios:

✅Te permitirá acercarte a la alegría y vivir bien y mejor.

✅Sentirte competente y capaz.

✅Relacionarte mejor con las personas sin sentir que estás haciendo el ridículo.

✅ Amar tranquilamente a tu familia, amigos y pareja y por último.

✅Ser más libre y seguro al momento de tomar decisiones.

Te cuento esta breve historia:

Era una vez chico inseguro de sí, casi todo le daba miedo.

Solo se permitía realizar aquellas cosas que satisfacían a sus padres y a su hermana, complaciente con sus amigos.

Llegó una chica a su vida, se enamoraron, transcurrieron casi dos años en la relación, ella añoraba mayor compromiso, madurez, desplegar un proyecto de vida en común.

Fue imposible, él no salía de su estancamiento redundando en frases circulares como: “no puedo”, “no soy capaz”, “tú eres mejor que yo”, “mi papá y mi mamá quieren que yo sea así…”, “mis amigos me dicen que necesito darle más alegría a mi cuerpo, que estoy muy joven para una relación seria”. “mi hermana quiere que me vaya del país, con ella”.

Él tenía 31 años, físicamente aparentaba cinco años más. Vivía, probablemente por su inseguridad bajo una relación de dependencia, además de material, emocional. Su novia se cansó y decidió por ambos, terminó la relación. Hoy en día, él continúa sin concretar una relación estable, aunque lo desea.  

Nada pierdes con intentarlo, da el primer paso y como dice Hegel: “ten el valor de equivocarte”. 

El próximo domingo continuaré reflexionando sobre otros pilares para construir una sana autoestima.  

Espero haberte sido buena compañía. Salud!

Marielisa Pacheco Montilla. 

Licenciada en Psicología Mención Clínica.   

Burbusay. Estado Trujillo. Venezuela.