Spacio K: Te odio y te quiero

"Me queman tus besos

Me sigue tu voz

Pensando que hay otro

Que pueda besarte.

Se llena mi pecho

De rabia y rencor.

Prendida en la fiebre

Brutal de mi sangre,

Te llevo muy dentro

Muy dentro de mí.

Te niego, te busco,

Te odio y te quiero.

Y tengo en el pecho

Un infierno por ti."

(Julio Jaramillo)

Hay amores que absorben, aniquilan y devoran. Hay relaciones de pareja que se viven como un vínculo peligroso, conflictivo y cargado de paradojas, por ejemplo: te odio y te quiero, como dice la canción.

¿Cuándo en una relación de pareja se puede aceptar y tolerar la violencia, sea del tipo que sea? La respuesta es nunca. Aunque, "supuestamente", constituya un vínculo amoroso intenso, nunca ni puede ni debe aceptarse ni tolerarse.

¿Qué hacer cuando ya se ha cedido terreno o aún no ha pasado, pero hay señales? En primer lugar, es importante conversarlo y poner límites. Si aún así no mejoran las cosas, entonces, busca ayuda de inmediato, ayuda que se traduce en asesoría profesional, legal y acompañamiento familiar o de un amigo que sea de confianza y que limpiamente te pueda apoyar. En tercer lugar, si el malestar continúa, hay que liberarse del miedo, denunciar y pensar en serio, en romper con la relación, aunque de por medio haya hijos, bienes, promesas. Más rápido necesitas hacerlo.

Por la salud mental de todos, en este tipo de situaciones y en otras parecidas, hay que priorizar. Priorizar por el amor propio, por la dignidad y por el cuidado de sí mismo y si hay hijos, por supuesto, también de ellos.

Nadie puede cambiar a quien no quiere. ¿Cuál es la mejor prevención? Antes de iniciar con una relación de pareja, tómate el tiempo para elegir, no cedas a presiones de ningún tipo, ni a promesas que no tienen asideros. Un buen compañero de viaje te respeta en todos los sentidos, te cuida y te ayuda a crecer.

Hasta la próxima semana.

Marielisa Pacheco Montilla.

Licenciada en Psicología Mención Clínica.