Santa Teresita del Niño Jesús habla de la vocación como "el plan de amor que Dios tiene para cada uno y que se enraiza en el principio de vida y felicidad". ¿Sabes qué? Teresita del Niño Jesús rompió con el protocolo de la época, desafió a autoridades, a parientes, a allegados, e incluso a las autoridades eclesiásticas y ojo, no es que te estoy invitando a esto. Lo que te quiero decir, es que ella se arriesgó para alcanzar su vocación que era para ella "ser fiel a Jesús".
En sus escritos se puede encontrar cómo para demostrar la solidez de su vocación y alcanzarla (ella quería ingresar a los 15 años en un convento) tuvo que superar varios obstáculos, pruebas y vicisitudes.
Teresita, como la llaman algunos, en la radicalidad de la confianza y en la posibilidad que brota del amor se dió cuenta que el amor hasta lo imposible lo convierte en posible. Por eso, ella decía que recorría este camino "con los pies descalzos", es decir, no amarrada absolutamente de sus capacidades, de sus condiciones, ni de las personas que obstaculizaban su sueño, sino del aprender a vivir en medio de la vida cotidiana, y en paralelo, reconociendo que su vocación era una conquista que iba fraguando, paso a paso, el horizonte hacía donde iban sus pasos, su destino de felicidad auténtica y por sobre todas las cosas, Teresita era constante en el abandono en los brazos del Padre Dios con una confianza ilimitada en su amor, como cuando un niño se abandona confiado en los brazos de su madre.
¿Qué quieres hacer con tu vida? ¿Cómo vas a seguir viviendo? ¿Qué estilo de vida asumir para ser una persona realmente feliz?
Hasta la próxima semana.
Bendiciones.
Marielisa Pacheco Montilla.
Licenciatura en Psicología Mención Clínica.
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