Un asno se subió al techo de una casa y brincando arriba, resquebrajó el techado.
Corrió el dueño tras de él y lo bajó de inmediato, castigándole severamente con un látigo.
Dijo entonces disimulando el asno: ¿Por qué me castigan si yo ví ayer al mono hacer exactamente lo mismo y todos reían felices, como si les estuviera dando un espectáculo?
El dueño le respondió: "trabaja siendo bueno para lo que has sido traído y creado."
¿Qué nos enseña este cuento?
La humildad: significa reconocer que cada quien tiene un talento en el que puede destacarse sin oscurecer a otros. Es la virtud opuesta al orgullo.
La sinceridad: Es la virtud que no se presta a la doblez, a la hipocresía y a la falsedad. Significa mostrarse auténtico ante todos, sin aparentar lo que no se es.
Escrito por la psicólogo Marielisa Pacheco
Bibliografía:
Fábulas de Esopo.

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