Entre cuentos: La niña que aprendió a leer

Era una niña dulce, atenta y cariñosa. Sus padres no tenían ninguna queja de ella, excepto que era demasiado perezosa.

Esto se convirtió en un problema cuando la niña empezó en el colegio. No se esforzaba para aprender a leer, ni mostraba un poco de interés.

Su mamá incluso contrató a una profesora que se pasaba largas horas intentando que se concentrara.

“No sirve de nada”, le decía la señora a la madre de la niña, – “no le interesa aprender”. Ya casi estaba a punto de darse por vencida la profesora, cuando ocurrió lo inesperado.

Resulta que un día la profesora asistió al encuentro con la niña, llevando a su hijo que era un poco mayor. El niño y la niña hicieron una hermosa y sana amistad.

Un día, el niño le dijo:

"Sé que mi mamá ha estado enseñándote a leer pero dice que no quieres aprender”.

La niña, con vergüenza, lo miró y asintió. Nunca se había sentido así de mal. Desde aquel día la niña prestó toda la atención que pudo.

Pasaron los días y los niños compartían momentos de juegos juntos; paseaban por el parque y disfrutaban de lo lindo.

Llegaron las vacaciones y el niño tuvo que irse a casa de su papá. Antes de irse prometió enviarle una postal y un regalo a la niña.

Pasaron las semanas y la niña, cada vez, se esforzaba más, para sorpresa de su madre.

Un día, llegó el cartero con una caja y una postal. Sobre ella se encontraba rotulado su nombre y además, decía:

"Si puedes leer lo que dice en la postal, entonces te puedes quedar con lo que contiene”. Y como la niña pudo leer cada palabra, con total claridad y fluidez, pudo disfrutar de la postal que le enviaba su amigo, junto a la que se encontraban unos hermosos patines.

Este cuento nos habla de:

• La amistad: un amigo verdadero es un tesoro, nos ayuda para bien, está en las buenas y en las malas, y nunca nos engaña.

• La perseverancia: consiste en mantenerse constante en la prosecución de un objetivo. En el momento menos esperado se concreta lo deseado.

Adaptación de cuento leído en chiquipedia.com

Escrito por Marielisa Pacheco Montilla.

Licenciada en Psicología Mención Clínica.