"Desde uno de los baños de mi apartamento, durante casi todas las noches, escuchaba el llanto y los gritos de un niño pidiéndo auxilio. Cada que vez que se repetía la escena se me hacía difícil no imaginar lo que estaba ocurriendo del otro lado de la pared. La piel se me erizaba, el palpitar del corazón se me agitaba, la impotencia me robaba la paz y yo también terminaba explotando en llanto. Uno de esos días no aguanté y le grité ¡basta, abusador! ¡Te voy a denunciar! ¡Cobarde, déjalo tranquilo! Los vecinos de la torre no sabíamos cómo actuar ante aquella situación desgarradora. Se trataba de un caso de maltrato infantil."
En situación de pandemia y cuarentena, los casos de maltrato infantil han ido en aumento, pero ¿Qué es el maltrato infantil? Es toda agresión u omisión intencional, física, sexual, psicológica o negligente, contra una persona menor edad, antes o después de nacer y que afecta su integridad biopsicosocial a corto, mediano o largo plazo.
Existen factores de riesgo como la edad, el haber sido deseado o no, el poseer una condición especial, el sexo, los inherentes a padres o cuidadores, a la comunidad y a la sociedad, que precipitan este tipo de hechos, los cuales, pasan por debajo de la mesa y lo más doloroso, ocurren con tanta frecuencia.
Así mismo, hay signos y síntomas que pueden hacer cierta la sospecha de maltrato infantil, como por ejemplo, aquellos relacionados con: lesiones, huellas, fracturas, mordeduras, quemaduras, cambios de actitud, dificultad para caminar, enfermedades de transmisión sexual, retraimiento, llanto fácil y/o agresión, conocimientos sobre la sexualidad que parecen muy sofisticados, huídas de casa, conductas autodestructivas, estados de ánimo muy cambiantes, depresión, miedos, no querer dormir solo ni con la luz apagada, que el niño se haga pipí o popó, que se coma las uñas, se arranque el pelo, abuse de sustancias, desnutrición. Estos datos, entre otros, pueden dar indicio de maltrato infantil, ya sea por abuso físico, sexual, psicológico,negligencia o trabajo infantil.
Es Importante clarificar que la experiencia de maltrato infantil deja secuelas para toda la vida en la historia personal y pueden ser proyectadas a corto, mediano y largo plazo. No te conviertas en cómplice de este tipo de hechos. Denuncia y recuerda que el niño de hoy será el adulto del mañana. A los niños, como a la mujer, ni con el pétalo de una rosa. Si no sabes cómo canalizar la situación, entonces pide ayuda, bien sea, con un profesional de la salud mental, con el pediatra de confianza o con las autoridades, pero no guardes silencio. La vida te lo recompensará.
Hasta la próxima semana. Bendiciones.
Producido por:
Marielisa Pacheco Montilla
Licenciada en Psicología Mención Clínica
Referencia bibliográfica:
Prevención del maltrato infantil en el área familiar. Https://www.gob.mex/salud
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