¡Que remedio tan sencillo! Exclamó el rey. Así que llamó a su asistente para que buscara en todo el reino al hombre que era feliz para pedirle la camisa.
El asistente recorrió de Norte a Sur y de Este a Oeste. Sorprendido no lo encontró. Solicitó ayuda de los demás servidores. Anduvieron el reino de pie a cabeza. Buscaron entre los lugares más honorables, donde vivían los guerreros valerosos, entre los más sabios, cultos y sensibles. Entre los trabajadores de seda y los trenzadores de bambú, entre los pescadores de ostras y los campesinos más sencillos.
Hasta que llegaron al último pantano del reino y se encontraron a un pobre arrocero. Entonces le dijeron: ¡Dinos si en verdad tú eres el hombre feliz! El hombre respondió que sí y ellos le pidieron la camisa.
Pero el hombre no tenía camisa.
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Original de la escritora María Teresa Andruetto. El anillo encantado. Madrid. 1993.
Producido y editado por:
Marielisa Pacheco Montilla
Licenciada en Psicología Mención Clínica.
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